lunes, 23 de febrero de 2015

Ella.


He perdido tantas cosas por ella...
¡Por esta maldita enemiga!

He llorado más veces de las que he reído,
me he estremecido de soledad rodeada de gente.

Abrazada a la melancolía, ella me consuela y me susurra que nada es para siempre.
Con sus heladas manos me ayuda a saltar al vacío,
me hace creer que yo soy sólo suya y de nadie más.

Consume mi vida y agota mis ganas.
Me inocula veneno con tintes de irracionalidad.
Me ayuda a morir, cuando lo único que quiero es escapar.

martes, 10 de febrero de 2015

El ángel que quise ser.

La imbécil.

                                                     La condenada.

La que cae siempre con la misma piedra.
La que va contemplar estrellas a ninguna parte.
La que juraba que no iba a dejar que su corazón se desbocara.

Sola, recluida en el silencio, y gritando al eco de las esquinas vacías de su mente.
La que quiso morir de risa
                      y se estremeció al descubrir que de su corazón sólo podían salían lamentos.

La del corazón vacío.

                                                      La del corazón maldito.

Aquella de alma negra y alas quebradas.
El ángel que quise ser.

El ángel caído que soy.



martes, 27 de enero de 2015

Escribir nuestra libertad con A de anarquía.

El rozar lento de sus manos.
El calor de sus caricias.
El agitar calmado de nuestros fuegos. 

El palpitar lento de mi pecho...


Somos como dos mares encontrados y solitarios.
Dos fuegos enfrentados y furiosos.

Somos dos almas perdidas que encuentran su camino:
el que marcan nuestros cuerpos consumidos por la locura.


miércoles, 12 de febrero de 2014

Estamos locos.



Sólo tengo el recuerdo de tus labios rojos,
y es lo único en lo que puedo pensar.
Vivo con miedo de cerrar los ojos:
allí es dónde te escondes.
No puedo siquiera dormir,
soñaría contigo (y perdería la cordura).

Eres viento que agita y escalofrío que duele.
Apareces y muero desesperada.

Un beso salvaje bajo la lluvia que apague nuestro fuego.
Unas manos apresuradas que buscan abrirse camino.
Respirar acelerado. El olor de tu cuerpo.
Nuestras almas salvajes se funden en una.
Nos consume el deseo,
el deseo de gritar que estamos locos...
el uno por el otro.

jueves, 28 de noviembre de 2013

Voz.



Cuando tu voz no tiene dueño,
y te ahogan, te callan.
Cuando nadie te quiere escuchar,
a nadie le importa lo que tienes que decir...

jueves, 21 de noviembre de 2013

Soy una mezcla de soledad y esquizofrenia.

Querido calor vital:

Por una vez he de olvidarte y he de plasmar mis propios sentimientos bajo el calor de un viejo flexo, junto a la tibia luz de una vela y rodeada de hostilidad.
Miro a los lados, asustada, por las sombras inexistentes. Busco una mirada que me atormenta y no existe. Sé que tras estos muros hablan de mi... Todos están en contra.
Tengo una maraña de cables por cabeza: no sé que quiero ni qué estoy haciendo. Me cuesta mirar al futuro, pero porque no hay futuro para mi. Me sofoco al pensar en la muerte, pero día a día camino a su lado (y si no la encuentro, la busco para darle la mano).
A veces siento como si algo o alguien agarrara mi garganta y apretase fuerte. En ocasiones veo, sin estar dormida, a la gente que quiero muriendo.
Tengo una mierda por corazón, y es que no es fácil explicar como cuando algo me parece bello y lo aparto de mi lado, sólo por miedo. Tengo miedo a ser feliz y odio a la humanidad.
Escribo estas líneas con los ojos empapados en lágrimas, dudando si seré capaz de escribir una sola línea más.
Pienso en las caras de horror de los que descubrirían mi cuerpo inerte. Pero ya nada hay para luchar, pues todo lo que he emprendido se ha hundido.
He perdido.
Siempre.
Así es mi día a día.



Soy yo, una mezcla de soledad y esquizofrenia.